Santa Coloma de Farners
Santa Coloma de Farners es la capital de la Selva. El término municipal, que se encuentra en el corazón de la comarca, presenta una orografía muy caprichosa, ya que está situado en un entorno natural inmejorable, entre la llanura, las montañas y la riera del pueblo. Por este motivo, resulta sencillo encontrar varias rutas que invitan a descubrir su carácter más natural. Además, el agua también tiene un significado muy especial en la población, dado que se pueden encontrar espacios termales de relax y descanso que utilizan las aguas de la zona con fines terapéuticos.
El núcleo urbano de Santa Coloma de Farners tiene como punto neurálgico la plaza Farners, un espacio abierto rodeado por plátanos centenarios que conducen hasta la iglesia parroquial de Santa Coloma de Farners. Este recinto de estilo gótico destaca por su interior, de una sola nave, y por su campanario. Justo desde este punto emergen calles y callejones llenos de actividad, arquitectura modernista y casas señoriales del siglo XX. De su legado arquitectónico cabe mencionar las construcciones de estilo modernista como Can Gironès, la Casa Bofill o la Casa de la Paraula, edificio de tres plantas que actualmente acoge un centro cultural y de información turística.
En el centro de Santa Coloma también se encuentra una prensa de vino del siglo XVII. Este ingenio de 1693 es el único en toda Europa que se expone en su lugar de origen.
No se puede abandonar esta población sin visitar dos de las construcciones históricas más importantes que tienen los colomenses: por un lado, la fortificación románica del castillo de Farners, del siglo XI; por otro, la ermita de Farners, del siglo XVIII y de estilo románico.
Cabe destacar que la gastronomía también tiene un peso muy importante en Santa Coloma de Farners. La población es productora de galletas, teules y mil y una delicias dulces, además de ser la capital productora de la ratafía. La ratafía es un licor datado de 1842 elaborado a base de la maceración de hierbas, especias y alcohol.
El núcleo urbano de Santa Coloma de Farners tiene como punto neurálgico la plaza Farners, un espacio abierto rodeado por plátanos centenarios que conducen hasta la iglesia parroquial de Santa Coloma de Farners. Este recinto de estilo gótico destaca por su interior, de una sola nave, y por su campanario. Justo desde este punto emergen calles y callejones llenos de actividad, arquitectura modernista y casas señoriales del siglo XX. De su legado arquitectónico cabe mencionar las construcciones de estilo modernista como Can Gironès, la Casa Bofill o la Casa de la Paraula, edificio de tres plantas que actualmente acoge un centro cultural y de información turística.
En el centro de Santa Coloma también se encuentra una prensa de vino del siglo XVII. Este ingenio de 1693 es el único en toda Europa que se expone en su lugar de origen.
No se puede abandonar esta población sin visitar dos de las construcciones históricas más importantes que tienen los colomenses: por un lado, la fortificación románica del castillo de Farners, del siglo XI; por otro, la ermita de Farners, del siglo XVIII y de estilo románico.
Cabe destacar que la gastronomía también tiene un peso muy importante en Santa Coloma de Farners. La población es productora de galletas, teules y mil y una delicias dulces, además de ser la capital productora de la ratafía. La ratafía es un licor datado de 1842 elaborado a base de la maceración de hierbas, especias y alcohol.
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