El término municipal de Sils se encuentra en el centro de la llanura de la Selva, donde el pueblo crece y se extiende entre los campos, justo al lado del lago de Sils.

El núcleo de Sils se extiende sobre una pequeña colina junto al lago, con la iglesia parroquial de Santa Maria como elemento central. Este edificio religioso, que actúa de nexo entre el núcleo y la zona del lago, es de estilo barroco y neoclásico. Data del año 1185 y se incluye en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.

El centro urbano de la población crece en torno al edificio del ayuntamiento y el resto del término municipal se distribuye en varios núcleos, como los de Vallcanera o Mallorquines.

Cabe destacar uno de los iconos más emblemáticos y conocidos del municipio y de la comarca: el lago de Sils. Este lugar es uno de los espacios naturales más importantes de la geografía catalana, hasta el punto de que se incluye en el Plan de Espacios de Interés Natural de Cataluña por su riqueza en fauna y flora. Este punto de máximo interés ecológico destaca por su paisaje vegetal, con especies como la aliseda, los herbazales de berros, la campanilla de invierno o las juncáceas. Por otra parte, el lago también ofrece la oportunidad de admirar fauna de gran diversidad y exotismo. Por ejemplo, paseando en torno al lago se puede encontrar especies que han hecho de este espacio su residencia: tortugas, el avetorillo, el tritón o el cangrejo rojo americano. Sin lugar a dudas, el lago de Sils constituye el espacio natural idóneo para admirar la gran riqueza ambiental que preservan la comarca de la Selva y Cataluña.

Por último, debe mencionarse el gran número de rutas y paseos para recorrer a pie o en bicicleta, como la ruta por los lagos, un paseo por el lago de Sils o el sendero de la Vía Augusta.