Blanes
Blanes es el municipio situado más al sur de la comarca de la Selva, entre el río Tordera y Lloret de Mar, y es el encargado de dar la bienvenida a la Costa Brava.
De la geografía blandense destaca la roca de Sa Palomera, que se convierte en la puerta de entrada a las playas de la Costa Brava localizadas en la comarca de la Selva. Cala S’Aguia, Cala de Sant Francesc, Cala Sa Forcanera, Cala de la Punta de Santa Anna, la playa de S’Abanell y la playa de Blanes son las encargadas de bañar la zona urbana del pueblo. Gracias a la presencia del Mediterráneo, esta localidad costera tiene una gran tradición pesquera. Numerosos barcos salen a pescar a diario para ofrecer el mejor pescado de costa en la lonja de la población.
El núcleo urbano de Blanes ha crecido en forma de semicírculo, del mar hacia el interior. Se cree que los primeros vestigios del pueblo fueron ibéricos, y con el paso del tiempo llegaron los romanos, los visigodos, los árabes, los francos y los americanos o indianos, que dejaron un incalculable patrimonio histórico y arquitectónico en la localidad. Fruto de toda esta herencia, cabe destacar la fuente gótica situada en el Carrer Ample. Esta fuente del siglo XV tiene forma hexagonal y en ella destacan sus gárgolas, caños de agua, figuras y un medallón central con el escudo de los vizcondes de Cabrera. Sin embargo, Blanes también ofrece otros puntos de interés turísticos de visita obligada, como el castillo y la ermita de Sant Joan, la iglesia parroquial y el palacio de los vizcondes de Cabrera, el santuario de la Mare de Déu del Vilar o el jardín botánico Marimurtra, ubicado en los primeros acantilados de la Costa Brava y con más de cuatro mil especies vegetales.
Por último, cabe mencionar el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales de la Costa Brava, que se celebra, coincidiendo con la fiesta mayor de la población, durante el mes de julio.
De la geografía blandense destaca la roca de Sa Palomera, que se convierte en la puerta de entrada a las playas de la Costa Brava localizadas en la comarca de la Selva. Cala S’Aguia, Cala de Sant Francesc, Cala Sa Forcanera, Cala de la Punta de Santa Anna, la playa de S’Abanell y la playa de Blanes son las encargadas de bañar la zona urbana del pueblo. Gracias a la presencia del Mediterráneo, esta localidad costera tiene una gran tradición pesquera. Numerosos barcos salen a pescar a diario para ofrecer el mejor pescado de costa en la lonja de la población.
El núcleo urbano de Blanes ha crecido en forma de semicírculo, del mar hacia el interior. Se cree que los primeros vestigios del pueblo fueron ibéricos, y con el paso del tiempo llegaron los romanos, los visigodos, los árabes, los francos y los americanos o indianos, que dejaron un incalculable patrimonio histórico y arquitectónico en la localidad. Fruto de toda esta herencia, cabe destacar la fuente gótica situada en el Carrer Ample. Esta fuente del siglo XV tiene forma hexagonal y en ella destacan sus gárgolas, caños de agua, figuras y un medallón central con el escudo de los vizcondes de Cabrera. Sin embargo, Blanes también ofrece otros puntos de interés turísticos de visita obligada, como el castillo y la ermita de Sant Joan, la iglesia parroquial y el palacio de los vizcondes de Cabrera, el santuario de la Mare de Déu del Vilar o el jardín botánico Marimurtra, ubicado en los primeros acantilados de la Costa Brava y con más de cuatro mil especies vegetales.
Por último, cabe mencionar el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales de la Costa Brava, que se celebra, coincidiendo con la fiesta mayor de la población, durante el mes de julio.
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