La Cellera de Ter
En el extremo noreste de la cordillera Prelitoral, en la comarca de la Selva, encontramos La Cellera de Ter, un municipio situado entre el río Ter, la población de Amer y la riera de Osor. Este destacado entorno ha convertido a la localidad en escenario de varios episodios históricos importantes para nuestro país, como la Guerra Civil o la guerra del Francés (guerra de la Independencia).
La consecuencia de esta privilegiada situación geográfica es la gran muestra de patrimonio arquitectónico del pueblo. El ejemplo más importante es la iglesia parroquial románica de Santa Maria de Sales, del 833. Aunque de la iglesia original solo se conserva la planta cuadrada del campanario, el resto del edificio presenta aires barrocos y románicos. Destaca su pórtico, con columnas de piedra y cubierta de madera. Una combinación elegante que muestra el pasado histórico de La Cellera de Ter. Otro de los elementos arquitectónicos clave de la población es la antigua estación de ferrocarril de Girona-Olot, la estación de El Pasteral. Antiguamente, el llamado carrilet era el medio de transporte que utilizaban los habitantes del valle de Susqueda. El edificio de la estación, en la actualidad sede de la Escuela de Arte, tiene dos plantas con aberturas de arco carpanel enmarcadas con ladrillo visto.
La vegetación forestal y el paso del Ter dotan a esta zona de una gran riqueza en fauna y flora. Resulta fácil encontrar ardillas, salamandras, gatos salvajes o zorros paseando, o bien carpas, anguilas o tortugas en sus láminas de agua. Además, gracias a la presencia de alcornoque y de sotobosque, es fácil encontrar setas comestibles durante el otoño.
Como curiosidad, en cuanto a vegetación, cabe destacar que en la zona de El Pasteral crece la planta Pellaea calomelanos, variedad muy rara que solo se encuentra en La Cellera y en África.
La consecuencia de esta privilegiada situación geográfica es la gran muestra de patrimonio arquitectónico del pueblo. El ejemplo más importante es la iglesia parroquial románica de Santa Maria de Sales, del 833. Aunque de la iglesia original solo se conserva la planta cuadrada del campanario, el resto del edificio presenta aires barrocos y románicos. Destaca su pórtico, con columnas de piedra y cubierta de madera. Una combinación elegante que muestra el pasado histórico de La Cellera de Ter. Otro de los elementos arquitectónicos clave de la población es la antigua estación de ferrocarril de Girona-Olot, la estación de El Pasteral. Antiguamente, el llamado carrilet era el medio de transporte que utilizaban los habitantes del valle de Susqueda. El edificio de la estación, en la actualidad sede de la Escuela de Arte, tiene dos plantas con aberturas de arco carpanel enmarcadas con ladrillo visto.
La vegetación forestal y el paso del Ter dotan a esta zona de una gran riqueza en fauna y flora. Resulta fácil encontrar ardillas, salamandras, gatos salvajes o zorros paseando, o bien carpas, anguilas o tortugas en sus láminas de agua. Además, gracias a la presencia de alcornoque y de sotobosque, es fácil encontrar setas comestibles durante el otoño.
Como curiosidad, en cuanto a vegetación, cabe destacar que en la zona de El Pasteral crece la planta Pellaea calomelanos, variedad muy rara que solo se encuentra en La Cellera y en África.
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