El término de Sant Feliu de Buixalleu es uno de los municipios de la Selva con más extensión de terreno de la comarca. La morfología de Sant Feliu es especialmente montañosa, sobre todo en su sector norte debido a la presencia de Les Guilleries y el macizo del Montseny, espacios naturales llenos de bosques de encinas, pinos y castaños.

El núcleo urbano está presidido por la iglesia parroquial de Sant Feliu de Buixalleu. Situada en el corazón del término municipal, esta edificación del siglo XI es de origen románico y se caracteriza por su cubierta puntiaguda. La gran extensión de terreno de la población hace que su patrimonio arquitectónico también se encuentre disperso. Otros centros religiosos que deben destacarse de Sant Feliu son la parroquia de Gaserans (siglo XI), la parroquia de Grions (siglo XVII), la ermita de Sant Romà (siglo XVII), la ermita de Sant Segimon del Bosc (siglo X) y la ermita de Santa Bàrbara (siglo XVI).

Sin embargo, uno de los puntos más emblemáticos de Sant Feliu de Buixalleu es el castillo de Montsoriu. Este importante monumento catalán de más de mil años de historia fue una fortaleza militar y la residencia de los vizcondes de Cabrera. Sin lugar a dudas, Montsoriu resulta una parada obligada durante la visita al pueblo.

De las numerosas posibilidades naturales que ofrece Sant Feliu de Buixalleu cabe mencionar las incontables rutas de senderismo y BTT por sus bosques y el Gorg d’en Perxistó. Esta poza de agua fue donde murió asesinado el conde de Barcelona Ramón Berenguer II a manos de su hermano. En el mismo lugar, para conmemorar el hecho, se puede ver un árbol genealógico de toda la dinastía catalana de la época.