Tossa de Mar
Tossa de Mar es un municipio costero de la Selva, bañado por las aguas de la Costa Brava, que destaca por su gran belleza. Sus playas y bosques forman parte del patrimonio natural e histórico de la población, y la sitúan como destino de referencia.
El legado arquitectónico de Tossa de Mar incluye vestigios históricos de la población que trasladan al visitante a épocas romanas, medievales y modernas. De esta herencia cabe destacar la villa romana de Els Ametllers, uno de los conjuntos más importantes de la antigua Tarraco del siglo I a. C. No obstante, el legado patrimonial también está presente en las calles y callejones del interior y extramuros del recinto amurallado de la Vila Vella de Tossa de Mar. Esta muralla, que se conserva en su totalidad, preserva la única población medieval fortificada del litoral catalán. La muralla se construyó en el siglo XIII y resulta encantador pasear por sus calles empedradas, que conducen a espacios como la capilla y la iglesia parroquial de Sant Vicenç, de estilo neoclásico y construida en 1755, o el barrio de pescadores de Tossa, con emblemáticas casas con ventanales góticos como Can Ganga o Can Leandro.
Tossa de Mar es, también, una localidad de artistas pintores y cinéfilos, ya que ha sido escenario de varias películas.
La población de Tossa es un rincón autóctono que forma parte del espacio natural del macizo de Cadiretes. El pueblo vive con la montaña a un lado y con el frente litoral al otro, mirando al mar Mediterráneo, que regala playas y calas con aroma a salitre, como Cala Salions, Cala Futadera, Cala Giverola, Cala Pola, Cala Bona, playa de la Mar Menuda, playa Gran, playa de Es Codolar, Cala Llevadó, Cala d’en Carlos, playas de Llorell, playa de Porto Pi o Cala Morisca.
El legado arquitectónico de Tossa de Mar incluye vestigios históricos de la población que trasladan al visitante a épocas romanas, medievales y modernas. De esta herencia cabe destacar la villa romana de Els Ametllers, uno de los conjuntos más importantes de la antigua Tarraco del siglo I a. C. No obstante, el legado patrimonial también está presente en las calles y callejones del interior y extramuros del recinto amurallado de la Vila Vella de Tossa de Mar. Esta muralla, que se conserva en su totalidad, preserva la única población medieval fortificada del litoral catalán. La muralla se construyó en el siglo XIII y resulta encantador pasear por sus calles empedradas, que conducen a espacios como la capilla y la iglesia parroquial de Sant Vicenç, de estilo neoclásico y construida en 1755, o el barrio de pescadores de Tossa, con emblemáticas casas con ventanales góticos como Can Ganga o Can Leandro.
Tossa de Mar es, también, una localidad de artistas pintores y cinéfilos, ya que ha sido escenario de varias películas.
La población de Tossa es un rincón autóctono que forma parte del espacio natural del macizo de Cadiretes. El pueblo vive con la montaña a un lado y con el frente litoral al otro, mirando al mar Mediterráneo, que regala playas y calas con aroma a salitre, como Cala Salions, Cala Futadera, Cala Giverola, Cala Pola, Cala Bona, playa de la Mar Menuda, playa Gran, playa de Es Codolar, Cala Llevadó, Cala d’en Carlos, playas de Llorell, playa de Porto Pi o Cala Morisca.
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