En el siglo XIV ya se cultivaba el avellano. En 1336 hay varios campesinos que confiesan tener pequeñas parcelas plantadas de avellanos. En tiempos de la revuelta remensa la avellana forma parte de la dieta de los habitantes en el castillo de Brunyola.
Los siglos XVII y XVIII se sigue cultivando, seguramente en poca extensión dado que no pagan censos ni tareas. A mediados del siglo XIX el cultivo del avellano ya era muy extendido. Y al inicio del siglo XX, la buena salida de la avellana en el mercado propicia que los propietarios de las masías del término aumenten las plantaciones de avellanos. Aún hoy en día Brunyola es el mayor productor de este fruto seco en la Selva y por este motivo celebran cada año una de sus ferias más importantes dedicada a este producto: la Feria de la Avellana de Brunyola