Embalse de Susqueda
El embalse de Susqueda es el último en el tiempo y el más importante del sistema de aprovechamiento hidrográfico del Ter (Sau-Susqueda-el Pasteral), que tiene las funciones de producir energía eléctrica, reservar agua y regular el caudal del Ter. A su vez, tiene un atractivo paisajístico considerable, dado que se encuentra en un paisaje frondoso y montañoso.
Se empezó a construir en 1963, después de la fuerte resistencia de los habitantes de la zona, y se acabó en 1967; sus aguas sepultaron el pueblo de Susqueda y las tierras y las casas de los valles de Susqueda y Querós.
La presa de Susqueda es notable como obra de ingeniería. Se trata de una presa de tipo bóveda de doble curvatura, construida en hormigón y con varias galerías que la atraviesan interiormente; entre ellas se encuentra la conocida sala de las columnas, situada en uno de los estribos laterales, que habitualmente no es visitable.