Conjunto termal de Sant Grau
El conjunto termal de Sant Grau es uno de los edificios romanos mejor conservados de las comarcas de Girona. Construido hacia el 50 d. C. sobre los restos de unas termas anteriores, del siglo ii a. C., está formado por una gran piscina central escalonada, un pasillo porticado a su alrededor y tres alas de estancias. En su sector sur se encontraba la entrada principal, la recepción y los vestuarios; al este, dos posibles saunas o salas de masaje, así como un espacio sacro, con restos de un altar, donde encontramos la fuente de agua termal que alimentaba la piscina y daba sentido al monumento. En el suroeste del conjunto se conservan los restos de las conducciones de desagüe, que permitían la constante renovación del agua; de este modo se preservaban su temperatura y sus condiciones higiénicas, lo que dificultaba la formación de sedimento calcáreo.
Tras varias reformas, en la Edad Media las termas se incorporaron al castillo de Caldes —del que se conservan una muralla y tres torres, junto al conjunto romano—, pero no dejaron de funcionar hasta el siglo xix; en Edad Moderna fueron convertidas en hospital. El monumento ha sido recientemente restaurado y museizado; en la actualidad se puede visitar su interior (previa reserva).’>i a. C., entre otros.