Castillo de Farners
Al acercarnos al castillo de Farners, la imagen de su muralla almenada y de su torre del homenaje, cobijadas en una elevación de Les Guilleries y rodeadas de bosque, nos transporta, sin paliativos, a la Edad Media.
El castillo de Farners es un castillo feudal, característico del siglo xii, que ha permanecido inalterable con el transcurso de los siglos. A finales de la Edad Media, sus señores, los Farners —vasallos de los Vilademany, señores feudales del término—, lo abandonaron para ir a vivir a la población, junto a la iglesia, a una residencia que sería destruida mucho más tarde, en las guerras carlistas.
El castillo es una fortaleza de pequeñas dimensiones, adaptada al terreno y, sorprendentemente, bien conservada. Si bien en muchos castillos es relativamente frecuente ascender a lo alto de su torre maestra, tal y como sucede en Farners, no lo es tanto recorrer el camino de ronda de la muralla o traspasar el umbral de una puerta que tiene novecientos años. Un verdadero viaje en el tiempo que podemos completar con una visita a su capilla, situada al pie de la colina, conocida en la actualidad con el nombre de santuario de Farners.