La iglesia de Santa Maria, construida al abrigo del monasterio de Sant Salvador, fue la sede de la parroquia de Breda hasta que, con la exclaustración de la comunidad benedictina en el siglo xix, las funciones parroquiales pasaron al templo de Sant Salvador, a fin de que Santa Maria pudiese alojar las oficinas municipales.

Se trata de un edificio originario del siglo xii, tal y como revelan su ábside semicircular y su nave, que se abre a poniente. Posteriormente se le añadieron dos capillas góticas laterales y, en el siglo xviii, se llevaron a cabo importantes reformas en su sector occidental, entre las que destaca la torre del campanario.

En la actualidad, la zona románica de la iglesia alberga el Museo Municipal Josep Aragay, mientras que el Ayuntamiento de Breda ocupa el resto del edificio.