Monasterio de Santa Maria d’Amer
El monasterio benedictino de Santa Maria d’Amer fue consagrado en el año 949 por el obispo Gotmar, en sustitución del monasterio de Sant Medir, en Sant Gregori. Mediante donaciones o compras su patrimonio aumentó notablemente, y el abad se convirtió en el señor feudal del valle de Amer. Pese a los efectos de los terremotos del siglo xv, que derruyeron el claustro y parte de la iglesia, la importancia del monasterio se mantuvo: en 1485 se firmó el acuerdo que precedió a la resolución del conflicto remensa y en los siglos xvi y xvii algunos abades de Amer llegaron a ser presidentes de la Generalitat. El monasterio se cerró a raíz de la exclaustración de 1835.
El elemento románico más destacable del conjunto es la iglesia, que en la actualidad ejerce de templo parroquial. Reforzada por cuatro ábsides, con las típicas arcuaciones lombardas en el exterior, también es románica la estructura principal de las tres naves y la base del campanario. Los restos del claustro fueron localizados en unas excavaciones en el año 1989 y permanecen enterradas en la actualidad, mientras que las dependencias monásticas pertenecen a reformas posteriores a los terremotos.
El casco antiguo de Amer, surgido al abrigo del monasterio y declarado Bien Cultural de Interés Nacional, conserva su trazado original de calles y plazas, así como algunos edificios de notable antigüedad.